La baja autoestima: el enemigo interno

La baja autoestima: el enemigo interno

La autoestima es la base para la salud mental, las personas que desarrollan una alteración psicológica necesitan mejorar en este aspecto. En los trastornos alimentarios (TCA) es frecuente observar una baja autoestima

 

Para hablar de la autoestima he tomado un fragmento de mi libro  Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios” (2016) Editorial Meridiano, espero que os resulte interesante.

“Las personas que tienen autoestima no son las más perfectas sino aquellas que se valoran, aceptando tanto las características que consideran positivas como las negativas. 

El autoconcepto tiene relación con los aspectos cognitivos y la percepción e imagen propias. La autoestima se refiere a la valoración personal y afectiva que hace la persona de sí misma. Cuando ambos factores se influyen positivamente se potencian pero, cuando se influyen negativamente, se restan o limitan. Son conceptos psicológicos complejos que se van desarrollando a lo largo de la vida. Repercuten en ellos experiencias vitales, percepciones y vivencias de éxitos y fracasos. También influyen las valoraciones y críticas del entorno, los modelos familiares y educativos, y la cultura y sociedad en la que crece y se desarrolla la persona. Podemos considerar el autoconcepto como un todo formado por diferentes áreas que pueden tener distintos grados de desarrollo o  aceptación. Esto significa que una persona puede tener un autoconcepto bueno en un área y bajo en otra

Dentro del autoconcepto podemos diferenciar distintas áreas: corporal, emocional, social y académica y profesional. 

 

Rechazo al propio cuerpo

El área del autoconcepto corporal es la relativa a la percepción y aceptación que alguien tiene de su cuerpo, tanto de su imagen como de su capacidad o habilidad para realizar una actividad física. 

Las personas que padecen Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) poseen un pobre concepto de sí mismas en ese área. Critican duramente cualquier aspecto que consideran una imperfección, ya sea de su cuerpo o de sus aptitudes físicas. En algunos casos ese pobre autoconcepto tiene su origen en las críticas recibidas hacia su cuerpo durante la infancia y la adolescencia. Algunas de estas personas refieren haber sufrido comentarios negativos de sus compañeros de clase o incluso de sus familiares más cercanos. En ocasiones, estos comentarios han podido ser duros intencionadamente, pero, otras veces, quien los hacía sólo quería gastar una broma. Es importante tener en cuenta que si a una persona no le gusta un apodo, la podemos estar agrediendo con él.

 

¿Qué es el “autoconcepto”?

 

El desconocimiento y desprecio de las emociones propias 

El área emocional se refiere al conocimiento y aceptación de los sentimientos propios. Resulta complicado asumir ciertos aspectos emocionales si la persona los critica por considerarlos negativos. Somos capaces de tener envidia, rabia, tristeza… emociones que, si pudiéramos elegir, quizá no querríamos sentir. Cuando no las admitimos o las negamos, se vuelven dañinas para nosotros mismos. Todos podemos tener esta dificultad, no solo las personas que padecen TCA. Por ejemplo, todos hemos oído frases del tipo: “Los niños no lloran”, “Cuando te enfadas te pones tan fea que nadie te va a querer”… Estos comentarios socialmente extendidos, pueden ser la razón de negar algunas emociones: “Como soy chico no puedo estar triste o tener miedo”, “Como soy chica no debo enfadarme”. En otro orden de cosas, el sentimiento de envidia, tan generalizado en nuestro país, no es ni bueno ni malo. Lo que puede ser negativo son las acciones que se derivan de no admitirlo y no saber manejarlo. Es decir, si yo no soy consciente de mi envidia, es más fácil que agreda a quien envidio. Sin embargo, si reconozco mi envidia, me doy cuenta de que percibo en otro lo que a mí me falta o, simplemente, no reconozco lo que tengo. La solución para tener un sano concepto en este área es aprender a manejar las emociones para que no dominen nuestra conducta. El primer paso es aceptar que todos tenemos sentimientos que no nos gustan o no entendemos racionalmente.

 

Frustración en las relaciones con terceras personas

El área del autoconcepto social hace referencia a la percepción y desarrollo de las habilidades para relacionarse con los demás. También podríamos incluir aquí la capacidad para adaptarse a las situaciones y la destreza en la solución de problemas. Como explicamos en apartados anteriores, las personas que sufren TCA pueden tener un  concepto bajo de sí mismas debido a su necesidad de caer bien a todo el mundo o a su tendencia de criticar duramente sus propias acciones. La exigencia dificulta su confianza en la resolución de problemas y la rigidez es un obstáculo para adaptarse a las situaciones. Es importante subrayar que este sentimiento de desconfianza es personal. Es decir, desde fuera estas personas pueden ser consideradas perfectamente capaces de relacionarse y afrontar problemas. Por otra parte, no hay que olvidar que uno de los sucesos que a veces refieren estar personas es haber sufrido acoso escolar, una dura experiencia que les ha podido generar este erróneo concepto de sí mismas. 

 

¿Qué es la “autoaceptación”?

 

Los éxitos y fracasos en las tareas escolares y laborales

El área de autoconcepto académico y profesional está constituida por el conjunto de experiencias de éxito y fracaso desde la etapa escolar. Es la confianza que desde pequeños vamos desarrollando, primero para lograr una buena nota y, después, para enfrentarnos al jefe, a un proyecto profesional… En la mayoría de los casos, las personas con TCA suelen desarrollarse aparentemente bien en este área pero, en ocasiones, podemos encontrar una baja autoestima aunque académica o profesionalmente alcancen sus objetivos”.  

Extracto del libro “Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios” (2016) Editorial Meridiano (páginas 189-192).

 

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