Favorecer la automotivación: querer y hacer

Favorecer la automotivación: querer y hacer

La automotivación es el entusiasmo que nos impulsa a actuar, lo que nos da energía para avanzar hacia nuestras metas. A veces, surge de forma natural y otras hemos de fomentarla conscientemente; no basta con querer también  es necesario hacer

 

La automotivación puede surgir de forma natural y dotarnos de energía para lograr nuestras metas casi sin esfuerzo. Aunque quizá, la mayoría de las veces, es una acción voluntaria para fomentar nuestras ganas y ayudarnos a desarrollar acciones para dirigirnos a nuestros objetivos. Es una capacidad que hemos de ejercitar en los momentos que nos sentimos perezos@s o desalentad@s. Es un factor fundamental para avanzar en el camino y no desfallecer hasta alcanzar nuestras metas. La automotivación ha estado presente desde nuestra infancia y hemos podido desarrollarla o tenerla encallada por temporadas. Nos ha estimulado para enfocarnos a todo tipo de fines, no solo académicos y profesionales, sino que también ha aparecido en metas deportivas, sociales, sentimentales, modificaciones de hábitos, etc.

Las motivaciones pueden ser externas o internas, primarias o secundarias. Las externas, son ajenas a nosotr@s, nos impulsan a la acción independientemente de nuestros deseos. Un ejemplo de motivación externa sería respetar las normas por miedo a la multa. Las motivaciones internas son aquellas que surgen desde nuestro interior; las que impulsan las acciones que desarrollamos por satisfacción y disfrute, más que por el resultado. Una motivación interna sería, por ejemplo, el orgullo de lo aprendido más que la nota alcanzada. Las externas pueden ser un acicate positivo, pero, las internas son razones más potentes para todo tipo de logros. 

Por otro lado, las motivaciones primarias son aquellas que aparecen de forma innata, influidas por las necesidades biológicas que nos ayudan a sobrevivir, como pueden ser las ganas de comer. Las motivaciones secundarias son aquellos estímulos influidos por el aprendizaje o la cultura, como por ejemplo el gusto por la lectura.

 

Guía para desarrollar la automotivación

  • Orientación al logro. Consiste en fijar las metas a alcanzar y el camino a recorrer. Esto implica:
  1. Diseño del recorrido. Establecer las submetas y meta final.
  2. Propósito de logro. Tener la intención y el empuje necesario para lograr cada submeta o meta final.
  3. Constancia. Trabajar para conseguir los objetivos de manera más o menos continua, dedicando tiempo de forma diaria, semanal o mensual.
  4. Valoración realista: relación entre el esfuerzo y los resultados obtenidos. Evaluar el proceso en base a los objetivos que vamos logrando para poder modificar variables como: dedicación, constancia, ayudas externas, organización… 
  • Desarrollo de la voluntad. La voluntad es la capacidad para elegir y organizar nuestra conducta, ser consciente de lo que queremos y también de las acciones que hemos de realizar para lograrlo. La voluntad es algo que se desarrolla a lo largo de la vida, una mezcla de intereses y construcción de hábitos.   

 

  • Compromiso con los objetivos elegidos. Tomar conciencia por un lado,  de la dimensión de la tarea y nuestra dedicación y por otro, del tiempo que tenemos para completar los objetivos.  Comprometerse es poner a prueba las capacidades propias, fomentar las habilidades y avanzar a la meta.

 

  • Necesidad de organización. Es un aspecto fundamental para conseguir los propósitos. Nos va ayudar a gestionar las vertientes de la tarea y el tiempo de dedicación. Para ello un buen recurso puede ser tener un horario semanal en el que diseñar los momentos de trabajo. Tener una estructura y crear un hábito de trabajo puede ser una gran ayuda para lograr nuestros objetivos.  

 

  • Valoración realista con actitud positiva. Es importante aprender a evaluar nuestro trabajo de la manera más objetiva posible, las submetas nos ayudan a ello. Si las logramos vamos bien, si no, habremos de hacer algún cambio. Si a pesar de conseguir las submetas no estamos satisfechos, habremos de fijarnos en el camino recorrido y no solo en lo que nos queda; esta forma de verlo nos ayudará a seguir.

 

Manejar las influencias. Rodearse de personas motivadas y comprometidas con sus proyectos puede darnos un ánimo extra para seguir hacia delante con los nuestros. Por la misma razón, es buena idea poner distancia real o límites “mentales” para que los que se encuentran desmotivados no nos contagien.

 

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Doce autos para conducirte en el 2021

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