Los días mundiales o internacionales sirven para dar visibilidad a situaciones, problemas o enfermedades. En el caso de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) tenemos dos días al año, el 30 de noviembre y el 2 de junio
Las alteraciones que se incluyen en los TCA son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, el trastorno de la ingesta de alimentos no especificado, trastorno por atracones y últimamente, podría sumarse el trastorno de evitación y restricción de la ingesta alimentaria (TERIA).
La anorexia nerviosa. La persona que la padece experimenta un rechazo a mantener el peso corporal, un miedo intenso a subir de peso, una percepción alterada de su peso y presencia de amenorrea en las mujeres. (Criterios para el diagnóstico de F50.0) (307.1) (CIE-10)
La bulimia nerviosa. Se caracteriza por la presencia de atracones. Los atracones son ingestas de comida que se dan en un corto espacio de tiempo y con la sensación de pérdida de control. Repetición de conductas inapropiadas para impedir ganar peso como son los vómitos, el uso excesivo de laxantes, los diuréticos, los enemas u otros fármacos, el ayuno y el ejercicio excesivo. La autoevaluación de sí mism@s está influida por el peso y la silueta corporal. (Criterios para el diagnóstico de F50.2) (307.51) (CIE-10).
El trastorno por atracón. Se da cuando existen episodios recurrentes de atracón. Estos episodios se asocian a tres o más de los siguientes síntomas: ingesta mucho más rápida de lo normal; comer hasta sentirse desagradablemente lleno; ingesta de grandes cantidades de comida pese a no tener hambre física; comer sol@, por la vergüenza que se siente de la cantidad que se ingiere; sentirse a disgusto con uno mismo, deprimido o muy avergonzado. El atracón no se asocia a estrategias compensatorias como son los vómitos, el uso excesivo de laxantes, los diuréticos, los enemas u otros fármacos, el ayuno y el ejercicio excesivo. (Criterios para el diagnóstico de F50.8) (307.51) (CIE-10).
El trastorno de la ingesta de alimentos no especificado. Se le denomina “no especificado” porque las personas que lo padecen tienen síntomas de trastorno alimentario, pero no cumplen los criterios diagnósticos para ser incluidas dentro de la anorexia nerviosa, la bulimia o el trastorno por atracón. Al igual que las personas que sufren los otros TCA, tienen pánico a ganar peso y una autoevaluación de sí mism@s influida por su peso y su silueta corporal, pero, no están incluidas en el diagnóstico de anorexia, por ejemplo porque siguen menstruando, o en el de bulimia, porque los atracones ocurren de forma muy esporádica.
El trastorno de evitación y restricción de la ingesta alimentaria (TERIA). Quienes lo padecen se alimentan con un restringido tipo o número de alimentos. Puede encontrarse en todas las edades, pero lo más frecuente es que sean niños varones de 12 años en adelante. Los afectados por este trastorno eliminan de su dieta alimentos por su olor, textura, o sabor. Esta restricción ocasiona desnutrición y también dificultades para relacionarse, pudiendo producir aislamiento social.
Los TCA necesitan ser tratados por profesionales especializados. Son trastornos de origen psicológico, pero pueden tener repercusión en la salud física, incluso de forma grave. Por lo tanto, es necesaria la implicación de diferentes expertos de la salud en el tratamiento, estos profesionales son: psiquiatra, psicólogo, endocrino y nutricionista. Si hubiera más complicaciones físicas se sumarían otros expertos como ginecólogo, cardiólogo, experto en digestivo, etc.
Los TCA hoy: valoración de la situación actual
Datos a mejorar:
– Los casos de TCA se han duplicado en la población mundial en las últimas dos décadas. Según la investigación, el número de casos entre el año 2000 y el 2018 aumentó de 3,4% a 7,8%.
– Incremento de casos en los países occidentales. Los estudios indican que, en los países occidentales, la prevalencia de anorexia en mujeres adolescentes es del 1%, en bulimia de 2-4% y en el trastorno inespecífico de 5-10%. En España padecen estos problemas entre 4,1% al 6,4% en mujeres entre 12 y 21 años, y de 0,3% para los hombres, es decir, solo entre el 5- 10 % de los afectados son hombres. Siendo más frecuente entre los varones la bulimia o el síndrome por atracón y, posiblemente, también el TERIA, aunque aún no hay cifras sobre este trastorno. Los datos se quedan cortos, ya que los TCA se dan a todas las edades, hay muchos afectad@s mayores de 21 años que no aparecen en las estadísticas.
– La incidencia destaca entre l@s adolescentes. Se encuentra entre las 3 enfermedades más frecuentes en los adolescentes. Los TCA pueden sufrirse a cualquier edad, sin embargo, las edades de inicio más habituales se dan durante la adolescencia. La anorexia aparece entre los 13 y 18 años, la bulimia entre los 18 y 25 años, en muchas ocasiones tras haber padecido anorexia.
Datos de notable mejoría:
– Incremento de las recuperaciones. El tratamiento adecuado y completo se reconoce como una ayuda fundamental: cada vez son más las personas que se recuperan totalmente, la investigación las sitúa entre un 60-65%. En anorexia la recuperación se encuentra entre el 50- 85%, en bulimia en el 75%.
– Tratamientos más expertos. Los profesionales cada vez están más especializados, no solo los profesionales de la salud mental, psicólogo y psiquiatra, sino también los otros profesionales fundamentales en el tratamiento, como son: el endocrino y el nutricionista. El endocrino es el encargado de realizar una valoración física a través de las analíticas pertinentes. El nutricionista enseña a comer de forma variada y sana al afectado y a su familia.
– La colaboración de la familia es un apoyo decisivo. Hoy se reconoce a los familiares como los mejores aliados para la recuperación. Para convertirse en buenos compañeros en el proceso de recuperación, necesitan cuidarse y aprender nuevas habilidades, para lograrlo es necesario el apoyo terapéutico y la ayuda de asociaciones. Actualmente la terapia familiar ofrece tratamiento para superar problemas habituales en estos trastornos como son: restablecer y mejorar la comunicación familiar (asertividad), organizar la estructura familiar (roles y límites) y desarrollo de las estrategias de afrontamiento ante los problemas.
