Este nuevo Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) se caracteriza por alimentarse con un restringido tipo o número de alimentos. Quienes lo padecen (generalmente niños varones de 12 años en adelante) eliminan de su dieta alimentos por su olor, textura, o sabor. Esta restricción ocasiona desnutrición y también dificultades para relacionarse, produciendo aislamiento social
La edad de inicio más frecuente es durante la infancia, pero puede desarrollarse en cualquier momento. Inicialmente se parece a la práctica de comer de forma selectiva o por capricho, frecuente en la infancia, por la que algunos niños se niegan a comer ciertos alimentos por su color, consistencia, textura o aroma. Estas elecciones alimentarias afectan a unos pocos alimentos y, cuando el apetito y la ingesta del niño son adecuados, no tiene por qué afectar a su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, los casos de TERIA son bien distintos: en primer lugar, se trata de un trastorno y no de un capricho, implica a muchos alimentos y afecta al crecimiento y desarrollo. Los estudios refieren que el 10% de los lactantes y niños con manías en la alimentación pueden desarrollar problemas crónicos con la alimentación. En este 10% es en este porcentaje donde encontraríamos a las personas con TERIA.
La diferencia entre un niño maniático con la comida y un niño que padece TERIA es que, en el caso de la alteración alimentaria, la ingesta de alimentos es insuficiente a nivel nutricional, por lo que no cubre las necesidades de crecimiento y desarrollo, además, genera un impacto negativo en el desarrollo emocional y social del niño y repercute en el funcionamiento familiar.
Características del TERIA
- Desmotivación por la comida. Las personas que lo padecen han perdido el interés por la comida, temen que comer conlleve consecuencias negativas y evitan ciertos alimentos debido a sus características sensoriales (p. ej., color, consistencia, olor). La restricción de alimentos no se debe a la falta de disponibilidad, a una enfermedad física, a un tratamiento médico, a una práctica cultural/religiosa (Ej: ayuno) o a otro TCA.
- Necesidad tratamiento. El desarrollo de esta alteración no es una manía alimentaria, es un trastorno que tiene consecuencias nutricionales y problemas psicosociales, por lo que necesita ser tratado por los profesionales que tratan los TCA, psiquiatra, psicólogo, endocrino y nutricionista.
- Consecuencias para la salud. La restricción de alimentos lleva a una significativa pérdida de peso. En los niños puede provocar un retraso en el crecimiento y un déficit nutricional importante, lo que genera la necesidad de una alimentación con soportes nutricionales. Esta dependencia nutricional puede ser desde suplementos alimentarios hasta el uso métodos alternativos de ingesta como la sonda nasogástrica.
- Alteraciones de su funcionamiento social. Las relaciones se limitan al no poder comer en casas de amigos, en restaurantes, u otra en situaciones sociales ante el temor de que no estarán disponibles los alimentos que comen.
- Descenso del rendimiento escolar. Dificultad para hacer las tareas escolares debido a lo que tardan en comer.
Tipos de TERIA:
Según la Dra. Verónica Gaete existen tres tipos dentro de este trastorno:
- No comen lo suficiente y no tienen interés por alimentarse.
- Practican una dieta de alimentos muy limitada en relación a sus características sensoriales.
- Rechazan alimentos por haber sufrido experiencias negativas al haberlos comido, tales como atragantarse o vomitar.
Diferencias con otros TCA como son la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón
- Alimentación. La motivación para no comer de los TCA más conocidos (anorexia, bulimia o trastorno por atracón) es para controlar el peso. Quienes sufren TERIA seleccionan alimentos por razones como no gustarles el sabor, textura o tener miedo a atragantarse o vomitar.
- Imagen corporal. Las personas que sufren de TCA tienen afectada la percepción de su imagen corporal y se valoran por su peso y figura. Los afectados por TERIA, no padecen esta distorsión, suelen reconocerse delgados y no se valoran por su físico.
- Calorías. Las personas que padecen trastornos como anorexia o bulimia eligen los alimentos basándose en los que suponen tienen bajo aporte calórico y suelen preferir frutas o verduras. Sin embargo, las personas que padecen TERIA no tienen en cuenta las calorías de los alimentos. De hecho, según explica la Dra. Verónica Gaete, las personas que sufren este trastorno suelen seleccionar alimentos procesados o grasos e incluso pueden evitar frutas o verduras.
- Edad de inicio. La anorexia nerviosa tiene como edad media de comienzo los 15,6 años, y la bulimia, los 16,5 años, según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA). Sin embargo, el TERIA tendría una edad media de comienzo a los 12,9 años.
- Sexo. El TERIA afecta en mayor porcentaje a los varones que el resto de los TCA, donde de cada 10 casos, 1 sería de un varón.
Si consideras que puedes sufrir esta alteración o si observas que tu hijo o alguien de tu entorno puede padecer este trastorno, pide ayuda experta. Consulta a los profesionales que tratan los TCA, psiquiatra, psicólogo, endocrino y nutricionista, además, también puedes asesorarte en alguna asociación dedicada a la información y apoyo a los TCA.