El carisma es el talento natural que tiene una persona para atraer a los demás por su presencia, personalidad o palabras. La Psicología Positiva lo considera como la capacidad de aportar nuestro conocimiento y habilidades para hacer crecer a los demás
El término carisma procede del griego Khárisma que significa agradar o hacer favores. Los griegos consideraban que era un don otorgado por los dioses, algo con lo que se nacía. En el campo de la sociología se definió como la capacidad personal de fascinar y en el terreno religioso es el don concedido por Dios a algunas personas para que puedan contribuir haciendo el bien a la sociedad. En el ámbito de la Psicología Positiva el carisma es la fortaleza humana que hace que podamos aportar nuestro conocimiento y habilidades para hacer crecer a los demás. Esta cualidad se incluye en el apartado de Justicia que también incluye las capacidades como civismo (responsabilidad social, lealtad, trabajo en equipo) y equidad. Es importante destacar que la persona carismática no es creída o petulante. De acuerdo con John T Marcus “el líder carismático no es el que empequeñece a los demás, sino el que consigue inspirar a los que le rodean con el objetivo de sacar lo mejor de ellos”.
Características de los carismáticos
Todas las personas que tienen esta fortaleza tienen estas cuatro cualidades:
- Poseen una fuerte convicción en sus propósitos personales.
- Tiene una fuerte voluntad para llevar a cabo sus objetivos.
- Disponen de la capacidad de lucha para hacer realidad sus metas.
- Sus propósitos sirven para beneficiar a la comunidad.
Tipos de carisma
Actualmente los estudiosos del tema consideran que el carisma no es algo con lo que se nace, si no algo que se puede desarrollar. Olivia Fox Cabane publicó en el año 2012 “El mito del carisma: cómo todo el mundo puede dominar el arte y ciencia del magnetismo personal”; en este libro la autora explica cómo desarrollar una personalidad carismática utilizando herramientas de las terapias cognitivas y conductuales. Según ella existen 4 tipos de carisma que se pueden fomentar.
- Carisma de focalización. Es la capacidad de ofrecer a los demás nuestra habilidad de escucha activa y sensación de estar presentes. Es decir, transmitir a los otrxs que los escuchamos y prestamos atención. Para fomentar este talento hemos de apoyarnos en nuestro lenguaje corporal (mirar a la cara, gesticular apoyando nuestra escucha, inclinar nuestro cuerpo). Un personaje que ejemplifica este carisma sería Mahatma Gandhi.
- Carisma de visión. Es el que se manifiesta cuando las personas se sienten inspiradas por las ideas de alguien. Es el entusiasmo que siente la audiencia en una conferencia escuchando al emisor. Las personas que tienen esta capacidad defienden con pasión su visión. Estos “visionarios», pueden no ser cordiales, para ampliar su carisma han de incluir en su personalidad cierto grado de amabilidad e incluso de altruismo. Un personaje que ejemplifica este carisma sería Steve Jobs.
- Carisma de bondad. Quienes lo poseen tienen la capacidad de hacer que nos sintamos comprendidos y aceptados totalmente. La clave está en el lenguaje no verbal, en concreto en la expresión de su mirada. Las personas que tienen esta capacidad son aquellas cuya mirada muestra bondad. Este carisma se consigue al no juzgar al otro y al practicar la compasión y la gratitud. Un personaje que ejemplifica este carisma sería Teresa de Calcuta.
- Carisma de autoridad. De los cuatro tipos descritos es el que muestra la mayor capacidad de atracción. Quienes lo poseen, tienen la convicción de poder influir en la vida de los demás. Detentan la capacidad de motivar a seguirles a quienes los escuchan. Por ello han de esforzarse por ser honestxs y ecuánimes. Un personaje que ejemplifica este carisma sería Winston Churchill.
Cómo desarrollar el carisma
- Escucha de igual a igual. Practica la escucha activa, considera y reflexiona sobre lo que otros exponen. Las personas con carisma no se creen superiores y hacen que los demás sientan que sus ideas son apreciadas, incluso aunque, al final, sus propuestas no resulten elegidas.
- Sé coherente contigo y con los demás. Sé capaz de reconocer y corregir tus equivocaciones y, por otro lado, celebra los aciertos y comprende los errores de los otrxs, de igual forma. Estas conductas inspiran y generan confianza.
- Confía en tus ideas. Has de ser inteligente, no sólo para tener una buena idea, sino para elaborar un proyecto que lleve tu sello y se diferencie de los demás. Todo ello conlleva esfuerzo y sacrificios, y una persona con carisma está dispuesta a afrontarlos
- Busca ser original y creativx. Desarrolla tu ingenio buscando soluciones incluso a situaciones conocidas. Confía en tu criterio aunque ello implique elegir el camino menos transitado.
- Averigua formas de mejorar. No te conformes con las injusticias o errores, desarrolla estrategias o procesos para resolver los conflictos. Tal vez no encuentres soluciones a grandes sucesos, pero puedes empezar por hacer cambios o mejoras en situaciones a tu alcance.
- No juzgues a otrxs. Procura no criticar los errores de los demás. Es cierto que, a veces, las personas carismáticas pueden considerar que se equivocan menos que los demás. Si eso te sucede, trabaja la ecuanimidad.
- Desarrolla tu capacidad cooperativa. Busca implicar a los demás miembros del equipo, grupo o empresa en el plan para que se sientan partícipes del proyecto. Luchar por un bien común ha de ser más importante para ti que ser líder.
Ejercicios para desarrollar tu carisma
Rétate con sentido y disciplina
Selecciona un objetivo importante para ti, algo complejo de conseguir y que esté relacionado con tu capacidad de liderazgo, inspiración y el momento que vives. Ej: cambiar de trabajo, vincularte a una actividad que siempre quisiste (tocar el piano) …
- Dedica tiempo a entrenar o desarrollar tu plan.
- Compártelo para que sea evidente el esfuerzo que haces.
- Haz de modelo de constancia y anima a lxs que te rodean a hacer lo mismo.
- Celebra cada avance y acepta los obstáculos, decepciones o errores.
(Inspirado en ejercicios de la psicóloga Laura Adanez, del libro “Manual de ejercicios de psicología positiva aplicada”, editado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid).
Modela una cualidad
Objetivo: práctica el refuerzo positivo (felicitar por pequeñas acciones)
- Elige a alguien de tu confianza.
- Decide qué cualidad/ fortaleza/ capacidad/ virtud vas a modelar.
- Pon atención cada vez que realiza esa cualidad y refuerza: dale las gracias, felicita y destaca las consecuencias positivas del resultado de su acción.
- Observa, después de dos semanas:
- Qué le ha supuesto tu reconocimiento.
- Cómo ha afectado a vuestra relación.
- Si ha habido algún cambio en su conducta.
- ¿Crees qué ha tenido algo que ver tu refuerzo?
(Inspirado en ejercicios de la psicóloga Laura Adanez, del libro “Manual de ejercicios de psicología positiva aplicada”, editado por el Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid).
¿Cómo puede ayudarte conocer o desarrollar tu carisma para recuperarte de un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA)?
Las personas que sufren un TCA pueden ser personas influyentes en su entorno, con sus virtudes y fortalezas. Desgraciadamente, cuando se hallan en proceso de recuperación, es común que no consideren que tienen algo que ofrecer al mundo que les rodea, pero eso no es así, sino todo lo contrario. Suelen ser personas empáticas, sensibles, idealistas, buscadoras de la justicia y la excelencia, características claves necesarias para desarrollar una personalidad carismática. Según la Psicología Positiva, el carisma es la fortaleza humana que hace que podamos aportar nuestro conocimiento y habilidades para hacer crecer a los demás. Por tanto, las personas que padecen TCA pueden ser carismáticas e inspiradoras para los demás. Conoce tus virtudes, valóralas y así las harás crecer, para ello ten en cuenta estas ideas:
Confiar en tu criterio fomenta tu carisma de visión
Seguro que tienes buenas ideas en tu trabajo, grupo de estudios o decorando la casa, quizá solo te falta confiar en tí. Esta seguridad te hará defender con pasión tus opiniones. Ejercita la confianza en tu criterio, empieza por pequeñas acciones y, así, podrás desarrollar tu carisma de visión e inspirar a los demás.
Tu excelencia potencia el carisma de bondad
La perfección no existe, pero sí la excelencia (hacer las cosas lo mejor que puedo y sé, en este momento), para lograrla tendrás que aprender a juzgarte menos y ser menos autoexigente. Solo así podrás desarrollar el carisma de bondad en el que conseguirás no juzgar al otro y practicar la compasión y la gratitud.
Tu sensibilidad favorece el carisma de focalización
La sensibilidad te capacita para poder escuchar a otxs y transmitirles atención y apoyo. Estas actitudes (atención y apoyo) son básicas para desarrollar la importante cualidad de estar presente, tan escasa en una sociedad tan dispersa. Practicar estas virtudes te ayudará a que crezca tu carisma de focalización.