Repercusión de la química cerebral en el día a día de los TCA

Repercusión de la química cerebral en el día a día de los TCA

Los TCA generan alteraciones en la mente de quienes los sufren. La mayoría de estos cambios pueden revertirse con tratamiento y, para conseguirlo, es necesario que sea el  adecuado: multidisciplinar, experto y continuado en el tiempo

 

Recuperación cerebral y tratamiento en los TCA: Aspectos fundamentales 

  • El tratamiento completo para recuperarse de un TCA incluye a médicos, nutricionistas y psicólogos. Es importante saber que la sintomatología persiste aunque se hayan corregido los desequilibrios nutricionales. Por ello, es fundamental seguir con ayuda profesional, aunque haya un restablecimiento físico.  
  • Actualmente sabemos que es fundamental el restablecimiento nutricional en las primeras fases de tratamiento. Esto es así en todos los TCA (anorexia nerviosa, bulimia, trastorno por atracón o cuadros incompletos). El cerebro necesita estar mínimamente nutrido para poder trabajar psicológicamente. Es cierto, además, que el apoyo psicológico va a ayudar a que la persona pueda ir aceptando una alimentación mínimamente adecuada. 
  • La psiconutrición, es decir, la coordinación entre psiquiatras, psicólogxs y nutricionistas, también resulta clave. El nutricionista debe ser incluido en el tratamiento. Así mismo, también han de incluirse las revisiones médicas con el psiquiatra y el endocrino. A veces, es necesaria la medicación y, si la situación no mejora, se requerirá una ayuda hospitalaria. 
  • El tratamiento de los TCA requiere tiempo, su origen es psicológico.  Por ello, la sintomatología de los TCA persiste aunque se hayan corregido los desequilibrios nutricionales. Para recuperarse de un TCA es necesaria la terapia psicológica y se precisa un trabajo profundo a nivel emocional. En las sesiones de psicoterapia se abordarán diferentes aspectos del problema: las alteraciones cognitivas y de la percepción de la imagen corporal, el desarrollo de estrategias para resolver problemas, la gestión de los síntomas producidos por la ansiedad y la depresión, el tratamiento de experiencias traumáticas, etc. 

La química cerebral y otras alteraciones en el día a día 

Las alteraciones en la química y la desregulación en diferentes áreas de nuestro cerebro nos genera dificultades a todos. A continuación expongo algunos ejemplos  de lo que les ocurre a las personas que tienen TCA.

  1. Si te identificas con los siguientes supuestos: “Estoy apáticx”, “siento ansiedad”, “no disfruto como antes” o “necesito tener todo controlado”, es posible que tengas alterados los siguientes neurotransmisores:
  • La serotonina: Es crucial para la regulación del estado de ánimo, el apetito y la saciedad. Los niveles anormales de serotonina están relacionados con la ansiedad, la depresión y los comportamientos obsesivo-compulsivos, que son comunes en personas con TCA.
  • La dopamina: Implicada en la recompensa y el placer. Las personas con TCA pueden tener disfunciones en la dopamina, lo que afecta su capacidad para sentir placer al comer o fomenta conductas compulsivas como los atracones.
  • La noradrenalina: Relacionada con la respuesta al estrés. Las alteraciones en su función pueden aumentar los niveles de ansiedad y dificultar la capacidad de gestionar el estrés.

 

  1. Si últimamente notas que no te concentras, te cuesta razonar o se te olvida lo que estudias o algunas tareas, puede haber alteraciones en tu masa cerebral y en el hipocampo.
    • La reducción de la masa cerebral: se puede generar por una malnutrición prolongada en trastornos como la anorexia, disminuyendo específicamente la materia gris y materia blanca. Esto puede producir dificultades en la cognición, la toma de decisiones y la regulación emocional.
    • Las alteraciones en el hipocampo: Esta región del cerebro implicada en la memoria y el aprendizaje, puede verse afectada por la malnutrición y, en consecuencia, provocar dificultades en la memoria a corto y largo plazo, así como en la concentración.

 

  1. Si notas que te cuesta decidirte o sientes que no puedes controlar lo que bebes o comes, quizá el origen de estas alteraciones esté en tu corteza prefrontal.

La corteza prefrontal es clave para la toma de decisiones, el control de los impulsos y la planificación. En personas con TCA, puede haber una disminución del volumen en esta región, lo que contribuye a la falta de control sobre la alimentación y las conductas impulsivas, como los atracones o las purgas.

 

  1. Si tienes dificultades para sentirte saciadx, piensas  en comer todo el rato o pensar en comer me angustia, necesitas revisar tu sistema de recompensa.

Los TCA alteran el funcionamiento del sistema de recompensa del cerebro, especialmente en áreas como el núcleo accumbens. Esto puede hacer que las personas con TCA experimenten el acto de comer como una fuente de ansiedad en lugar de placer, o que tengan respuestas anómalas al hambre y la saciedad.

 

  1. Si frecuentemente estás  estresadx o sufres de crisis de ansiedad, tal vez sea debido a una desregulación de tu eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA).

El estrés crónico, que es común en los TCA, puede desregular este eje, afectando la producción de cortisol (la hormona del estrés). Esto puede causar problemas adicionales como aumento de la ansiedad, fatiga crónica y dificultades para manejar el estrés emocional.

 

  1. Si tienes pensamientos intrusivos del tipo: “Me veo enorme. Al comer siento como si mis piernas crecieran”, seguramente tengas una alteración en la percepción corporal.

Se ha encontrado que las personas con TCA muestran alteraciones en la forma en que procesan las señales visuales y sensoriales relacionadas con su propio cuerpo, lo que contribuye a una percepción corporal distorsionada, uno de los síntomas centrales de estos trastornos.

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