Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios

Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios

Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios

“Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios” (Ed. Meridiano, año 2016) es un libro escrito con mucho cariño hacia los afectados de TCA (trastornos de la conducta alimentaria) y sus familias. En él recojo mi experiencia durante 15 años tanto en la consulta individual como en los grupos de ayuda mutua de la asociación ADANER (Asociación en defensa de la atención de la anorexia nerviosa y bulimia)

 

El título del libro pretende ser una denuncia social dirigida a las dañinas web Pro-Ana y Pro-Mía, cuyas seguidoras se autodenominan “princesas”. Bajo una apariencia de cercanía hacia los más jóvenes, estas páginas difunden unos hábitos insanos e incluso peligrosos para la salud. La mayoría de sus seguidores son chicas adolescentes que quizá atraviesan un período de soledad e insatisfacción y allí se sienten comprendidas. Estas webs deben ser denunciadas.

El libro consta de tres partes, la primera está compuesta por seis patografías de afectados por TCA, la segunda describe el origen y desarrollo de los trastornos, y la tercera es una guía para familiares y amigos.

La primera parte recoge seis historias noveladas de afectados por TCA, cinco mujeres y un hombre. Esta proporción representa la distribución de esta alteración por sexo: de cada 10 personas que lo padecen, nueve son mujeres y una es un hombre. Los protagonistas tienen diferentes edades, que abarcan desde la adolescencia (edad en la que es más común el comienzo del trastorno), hasta edades maduras. Cada uno sufre los síntomas alimentarios asociados a los TCA más habituales: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, trastorno alimentario o de la ingestión de alimentos no especificado y trastorno por atracón, encontrándose en diferente grado de evolución y de gravedad.

Todos tienen diferentes vidas, familias, estudios, aficiones o trabajos, pero, en todos los casos, se puede apreciar cómo el trastorno afecta a todas las áreas de su vida. Al final de cada historia explico lo que le ha ido pasando a cada protagonista, los sucesos que le han influido en el desarrollo del trastorno, los hechos desafortunados y los aciertos. También “traduzco” los síntomas, que son el lenguaje de las enfermedades, para que los allegados entiendan lo que le podría estar pasando a la persona afectada cuando se expresaba con esas conductas, e indico asimismo qué se podría hacer en esas situaciones (tipo de tratamiento, labor de los diferentes expertos y ayudas por parte de la familia).

En la segunda parte del libro explico la génesis y el desarrollo del trastorno: factores de riesgo o vulnerabilidad (genéticos, de personalidad, familiares y aspectos cognitivos); los factores desencadenantes (cambios vitales, situaciones de estrés, iniciar una dieta, críticas a la imagen…); y los factores mantenedores, es decir, los aspectos personales y situacionales que hacen que el trastorno se mantenga (seguir a dieta, refuerzo social, ansiedad, ausencia de apoyo externo…).

La tercera parte de “Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios” es una guía para familiares y amigos. En ella describo las ayudas que pueden ir prestando los más allegados, desde las primeras sospechas hasta la convivencia con la persona que padece el problema durante su tratamiento y recuperación. Estas ayudas necesitarán una implicación del familiar o amigo que le llevarán a cambiar su forma de relacionarse con el afectado y a modificar ciertos aspectos en su manera de comportarse.

El libro pretende ser una ayuda para que los familiares puedan acercarse al infierno que están pasando sus hijos, parejas, nietos o padres. Infierno que ellos no son capaces de entender y mucho menos de explicar, malestar que les avergüenza y que muchas veces no quieren o pueden reconocer. Los TCA son muy difíciles de comprender, así que quizá lo mejor es buscar la manera de aceptar que el problema está ahí y buscar la manera de relacionarse con el afectado. Además, también es fundamental encontrar especialistas (psicólogo, psiquiatra, endocrino, nutricionista…), para colaborar en el proceso de recuperación.

Este libro también puede ser una ayuda para las personas que están padeciendo un TCA. Pienso que, quizá, al sentirse identificados con alguna de las historias, puedan empezar a aceptar que lo que les sucede es una alteración, que se merecen la ayuda y que la recuperación cada día es más posible gracias a los tratamientos específicos para su caso.

“Ana y Mía no quieren ser princesas. La cara oculta de los trastornos alimentarios” puede adquirirse en diferentes librerías, incluida la de El Corte Inglés, en la plataforma “Todostuslibros.com” y en “Amazon” (incluida versión Kindle).

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