El síndrome del impostor/a 1ª parte: síntomas y tipos

El síndrome del impostor/a 1ª parte: síntomas y tipos

Se conoce como síndrome del impostor/a a un conjunto de síntomas psicológicos que provocan que quienes lo sufren sean incapaces de asumir o reconocer sus éxitos. Su nombre hace referencia a que quienes lo experimentan se sienten un fraude.

 

Este síndrome resulta contradictorio porque afecta a aquellxs que han demostrado su valía de forma objetiva a través de resultados académicos, éxitos personales, sociales o profesionales. Estas personas consideran que sus logros no son debidos a su capacidad o esfuerzo, si no qu,e sólo se deben a la suerte o  la ayuda prestada por otros. Este síndrome fue descrito por primera vez en 1978, en la publicación International Journal of Behavioral Science, donde se afirmaba que podría afectar al 70% de la población en algún momento de su vida. Las personas más susceptibles de padecerlo son aquellas que tienen un alto nivel de autoexigencia, tendencia a ser muy responsables y con mucho miedo al fracaso. Según Marta Calderero profesora de educación y psicología de la UOC,  “A pesar de las múltiples pruebas de su valía, a la persona le invaden sentimientos de incompetencia e inseguridad. Ellxs achacan los buenos resultados a factores externos, como la suerte o el trabajo duro, en vez de atribuirlos a sus habilidades y conocimientos” . 

Se reconocen poco merecedorxs de sus éxitos personalidades como el astronauta Neil Amstrong, la cantante Jennifer López o la actriz Kate Winslet. 

Síntomas 

Quienes lo sufren suelen experimentar los siguientes síntomas:

  • Ansiedad. Se produce por estar permanentemente dudando de las propias capacidades y por adelantarse de forma negativa a lo que puede pasar en el futuro.
  • Autosabotaje.  Compararse constantemente con los demás, poniendo en duda sus éxitos, cuestionando sus logros o pensando que sólo han sido casualidad o suerte. 
  • Minimizar los éxitos. Sentir que los logros alcanzados son debidos a la suerte o a la ayuda de otras personas. Por lo tanto, sus cualidades, sus características o estudios no son importantes, ya que no se sienten responsables de sus triunfos. 
  • No aceptar halagos. Dudar, minimizar o incluso discutir cuando alguna persona les expresa un reconocimiento o elogio. 
  • Terror a ser desenmascaradx. La duda constante en las propias capacidades genera que vivan con el temor a que alguien descubra que no están a la altura de su cargo laboral o que son merecedores de sus notas académicas, etc. 

Factores que lo generan 

El origen de este síndrome puede tener diversas raíces combinadas: 

  • Entorno familiar muy competitivo. Haber crecido en ambientes donde se le da mucha importancia a los éxitos y se valoran especialmente los logros. Familias muy críticas donde se expresan más los juicios ante lo no alcanzado que halagos por lo conseguido. Puede ser también que los padres sean personas famosas o triunfadoras o tener algún hermanx o primx que se considere muy inteligente o exitoso . 
  • Baja autoestima y autoexigencia. Una escasa confianza y ser muy exigente, es una combinación muy tóxica, fácilmente generará no sentirse suficientemente buenx aunque se obtengan logros personales, académicos o profesionales. 
  • Experiencias negativas. La causa de dudar de la propia capacidad puede tener su origen en un suceso más o menos traumático. A veces, no sólo es la experiencia, si no, no entender el motivo o causa que la ha originado lo que ocasiona sentirse indefensx ante lo vivido. Algunos ejemplos pueden ser: despido improcedente, acoso laboral, suspensos reiterativos sin entender el motivo, etc.

Niveles del síndrome

Con todos los problemas existen grados, en este síndrome podemos encontrar dos niveles:

  • Síndrome del impostor puntual. Consiste en desconfiar de la capacidad propia de forma eventual, por ejemplo  ante un nuevo desafío como puede ser: el comienzo del curso, un nuevo trabajo o un proyecto de mayor responsabilidad, etc. Quienes lo sufren dudan de su valía y les invaden las dudas en sí mismxs. Esta sensación es transitoria ya que su inseguridad desaparece en poco tiempo al poderse apoyar en su experiencia acumulada. 
  • Síndrome del impostor persistente. Se define como un síndrome de larga duración al prolongarse los sentimientos de desconfianza en las propias capacidades. Es más grave, ya que las dudas en su valía personal pueden impedirles asumir responsabilidades para las que están formadxs, temer afrontar responsabilidades, destacar o participar en tareas por si su actuación descubriera su incapacidad ante los demás. Este problema puede perdurar años o experimentarse desde la niñez o adolescencia.

Tipos 

Este síndrome se podría clasificar en cinco tipos: 

  • La/el expertx.  Es el que se experimenta cuando la persona, aunque tiene todos los estudios o acreditaciones necesarias, no se siente con conocimiento suficiente para desempeñar su trabajo o labor.
  • El/ la  perfeccionista.  Es quien siente inseguridad ante los objetivos que se autoimpone porque los siente inalcanzables.
  • La/el  genio.  Lo sufren aquellxs que se avergüenzan cuando no saben desarrollar todo tipo de habilidades.
  • El/la solitarix. Lo experimentan quienes sienten que es una debilidad pedir ayuda.
  • La supermujer o  el superhombre. Es aquel o aquella que se carga de trabajo, incluido el que no le corresponde, para sentirse al mismo nivel que sus compañeros.
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