La salud mental en las catástrofes: el trauma secundario

La salud mental en las catástrofes: el trauma secundario

El trauma secundario o vicario se produce cuando una persona se ve indirectamente afectada por un evento traumático que ha impactado gravemente a otros, como un desastre natural, un accidente masivo, una tragedia comunitaria o un acto de violencia

 

Este tipo de trauma suele presentarse en personas que, aunque no experimentaron el evento de forma directa, están intensamente expuestas a su impacto emocional. Personas cercanas a las víctimas, profesionales de emergencia, periodistas o personal de apoyo y voluntarios, suelen ser especialmente vulnerables a este tipo de trauma. También puede afectar a quienes están expuestos a la tragedia a través de noticias o  redes sociales. 

Síntomas del trauma vicario tras una tragedia

Este tipo de trauma puede manifestarse como:

  • Agotamiento emocional y dificultad para procesar emociones propias.
  • Dificultad para desconectarse del evento traumático, con pensamientos o imágenes intrusivas relacionadas con la tragedia.
  • Pérdida de sentido de seguridad y percepción de que el mundo es peligroso o caótico.
  • Tristeza profunda o incluso desesperanza debido a la intensidad de la experiencia.
  • Ansiedad, insomnio y cambios de humor, que pueden dificultar la vida cotidiana.

Estrategias para manejar el trauma vicario ante una tragedia

Superar el trauma vicario después de una tragedia puede ser desafiante, pero hay estrategias que pueden ayudar a aliviar su impacto:

  • Limita la exposición a las noticias e imágenes: La cobertura mediática puede ser abrumadora y, a veces, repetitiva. Limitar la cantidad de tiempo que pasas leyendo o viendo noticias sobre la tragedia puede ayudarte a protegerte de la sobrecarga emocional.
  • Permítete  procesar las emociones: Es normal sentirse afectado por una tragedia ajena. Date permiso para experimentar emociones como tristeza, empatía o incluso enojo. Escribir en un diario o hablar con alguien de confianza puede ayudarte a procesarlas.
  • Practica la autocompasión: Evita juzgarte por estar emocionalmente afectadx. Reconoce que es natural sentirse impactadx ante una tragedia, y cuida de ti mismx como lo harías con alguien que está pasando por un momento difícil.
  • Busca apoyo en la comunidad o redes de apoyo: Conversar con amigxs, colegas o personas que comprendan el impacto de la tragedia puede darte un espacio seguro para expresar lo que sientes. Si es posible, únete a grupos de apoyo para compartir experiencias y sentirte acompañado.
  • Practica técnicas de relajación y mindfulness: Los ejercicios de respiración, meditación y prácticas de mindfulness pueden ayudarte a centrarte en el presente, reduciendo los efectos del estrés y la ansiedad. Estas técnicas son útiles para soltar emociones difíciles y reducir el impacto de los pensamientos intrusivos.
  • Considera  la ayuda profesional: Si los síntomas persisten o son muy intensos, un terapeuta especializado en trauma puede ayudarte a trabajar estos sentimientos y a desarrollar estrategias personalizadas. Terapias como la cognitivo-conductual (TCC) o la de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) suelen ser efectivas.

Si eres voluntario o personal de apoyo

  • Establece límites en el apoyo emocional: Si estás en un rol de ayuda procura poner límites claros sobre cuánto tiempo puedes dedicar sin poner en riesgo tu propio bienestar. Aprender a decir “no” o a delegar tareas también es parte de protegerte.
  • Reflexiona sobre tu propósito y enfoque positivo: En momentos difíciles recuerda por qué estás brindando apoyo o el valor de la ayuda, tu empatía puede dar un sentido de propósito y fuerza. Conectar con tus razones puede ayudarte.

Cuídate 

El autocuidado constante es esencial, sobre todo si la exposición a tragedias es parte de tu vida o trabajo. Practicar actividades físicas, llevar una dieta saludable, tener un descanso adecuado y darse tiempo de calidad con seres queridos, son fundamentales para mantener el bienestar emocional.

El trauma vicario en contextos de tragedias puede ser profundamente perturbador, pero abordarlo con las estrategias adecuadas y dándote el tiempo para sanar puede ayudarte a recuperar la estabilidad y el bienestar.

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