Noche de Reyes: vuelve a ser un niñ@

Noche de Reyes: vuelve a ser un niñ@

 

Noche de Reyes

 

Conecta con tu niñ@ interior. Haz un viaje al pasado: recupera tu esencia y recuerda momentos felices

 

El concepto psicológico del niñ@ interior consiste en viajar mentalmente al pasado y transmitir amor y confianza al niñ@ que cada un@ ha sido. 

Aprovechando que estamos en la semana mágica de Reyes, propongo que usemos a ese niñ@ interior que todos tenemos dentro para viajar a  los recuerdos más felices de nuestra infancia. Vamos paso a paso

 

  1. Prepara las maletas. Busca inspiración para tu viaje en fotos, juguetes, ropa… Si no tienes ningún objeto de cuando eras niñ@, no pasa nada, basta con que recuerdes algunos que fueron importantes para ti y, quizá, que los apuntes en un papel para estimular tu memoria. Elige un lugar apartado, lejos de ruidos e interrupciones, donde puedas estar en paz y tranquilidad unos minutos.  
  2. Abróchate el cinturón. Ponte en la disposición mental de recordar, como si fueras en un tren que te lleva al pasado, quizá con esto sea suficiente para que afloren en tu mente situaciones, lugares, personas, momentos… Puede ayudarte centrarte en  la respiración, en como el aire entra y sale de tus pulmones.  
  3. Mira por la ventana. Observa los objetos de tu infancia para ayudarte a recordar. Hojea un álbum de fotos y detente en alguna imagen que te llame la atención, observa: ¿Dónde estás?, ¿qué edad tienes?, ¿qué ropa llevas?, ¿qué sensaciones te produce esa imagen?… Repite estas mismas preguntas con otros objetos de tu infancia que tengas contigo. 
  4. Elige destino. Busca un recuerdo al que tengas especial cariño. Por ejemplo, el nacimiento de tu hermana: “Tengo 5 años, estoy en casa de mis abuelos, hay una fuerte tormenta de verano, es el mes de junio, el salón está a oscuras, todos están en silencio. Suena el teléfono y mi abuelo dice: ¡es una niña!…  yo me pongo a saltar en el sofá y siento una alegría enorme en el pecho”. O quizá, el día que aprendiste a ir en bici o a nadar, una tarde de juegos con tus primos, las meriendas de tu abuela, el abrazo de tu padre o de tu madre… Disfrútalo. 
  5. Has llegado. Ahora que estás conectad@, desplázate con tu imaginación desde tu edad actual y entra en el recuerdo. Observa desde fuera la situación, la habitación, la calle, el parque, procura fijarte en los detalles: en los muebles, en los árboles… Es posible que puedas incluso sentir la brisa de aquel día, el tacto del juguete, el olor de la merienda, el ladrido de tu mascota…  
  6. Tú eres el destino. Una vez que has recreado con más o menos detalle el instante del recuerdo elegido recuerda lo importante: cómo te sentías en ese momento. Observa cómo eras a esa edad, la expresión de tu cara, la altura, la ropa… ¿Qué estás haciendo?, ¿juegas?, ¿estudias?, ¿bailas?  
  7. Tu compañer@ de viaje Preséntate a tu yo infantil y charla con él o ella.  Pregúntale, qué hace, cómo se siente o qué piensa, interésate por sus cosas, dile aquello que sabes que le gusta oír, cuéntale las cosas buenas que van a sucederle, disfruta del momento feliz que está viviendo y, sobre todo, conéctate con su energía alegre e inocente.  
  8. Guárdalo en tu corazón. Cuando haya terminado el viaje, muestra tu amor y apoyo a tu niñ@ interior, déjate invadir por su energía y alegría y despediros con un fuerte abrazo. Siente que recuperas  en ese momento aquello que crees que has perdido con los años.  
  9. Crea un recuerdo. Para finalizar, visualiza cómo guardas este momento y a tu niñ@ en tu corazón así podrás recuperarlo cuando te sientas lejos de tu esencia.  
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